La tecnología ha hecho evolucionar y desarrollar el corte de materiales. Centrándonos en el corte con agua es un proceso mecánico que permite cortar cualquier tipo de material. Se consigue impactando chorros de agua a alta velocidad y alta presión para conseguir un corte suave pero conciso.
Es importante destacar que el corte con chorro por agua, no solo expulsa agua a alta presión, también abrasivos, y otras substancias para mejorar el resultado del corte.
¿Qué formas hay para cortar el metal?
Se caracteriza por una alta densidad. Los metales se han utilizado de diversas formas, por lo que actualmente son uno de los elementos más importantes en la industria, especialmente por su resistencia. Por tanto, el metal se utiliza en la fabricación de vehículos, construcción, cables, etc.
Su dureza hace que el corte no pueda hacerse manualmente sin maquinaria. Por eso se hace con corte por combustible de oxígeno, corte por plasma, corte de láser, perforación, etc. Y una de las mejores opciones es el corte por chorro de agua.
Este proceso de corte de metales se desarrolla sobre la base de la tecnología de erosión. La cabeza corta el metal con la ayuda de un potente chorro de agua. A veces, el abrasivo se mezcla con agua para acelerar el proceso de corte.
El chorro de agua mide 1 mm de grosor, y sale de la boquilla de la maquinaria a 4000 bares de presión. A esa velocidad y fuerza, es la mejor forma de cortar el metal.
Una de las peculiaridades de este tipo de corte es que puede realizar su función en cualquier tipo de metal, ya que no calienta la pieza como hace por ejemplo el láser. Se puede cortar un grosor de hasta 150 mm.
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